Vis a vis

Vis a vis

15 de noviembre del 2013

Hoy en posttigo.com un microrrelato para reflexionar.

Se escuchaban pasos. Ya está aquí. Tarde, como siempre. El funcionario penitenciario abrió la puerta dejando entrar a un hombre perfectamente arreglado: traje, corbata, zapatos relucientes y pelo engominado. “Tienen una hora” fue lo único que dijo antes de cerrar.

- Esto es imposible… Debe haber un error - dijo el hombre al ver a una niña, de unos ocho años, sentada frente a él. Comenzó a golpear la puerta, pero nadie respondía.

- Lo imposible no existe - contestó, sin mirar - No insistas, no van a venir. Es un milagro que hayas podido entrar.

- ¿Qué haces aquí? No puedes estar en prisión. ¡Eres una niña! No hay ley alguna que permita esto.

- Las leyes permiten más cosas de las que te imaginas.

- De ninguna manera, cuéntame. ¿Cómo acabaste en la cárcel?

- Muy fácil. Al principio, me dijeron que sería sólo por un tiempo, que había asuntos que arreglar… Pero no sé, yo diría que se han olvidado de mí.

- ¿Olvidarse? No puede ser ¿Qué artículo te aplicaron? ¿Qué ley? Las conozco todas y esto no puede haber ocurrido. -el hombre la observaba, incrédulo. Como no obtuvo respuesta, continuó :

- No te preocupes, esto es anticonstitucional, la ley te ampara. ¿Y la gente no dice nada?

- Muchos apoyan mi causa, incluso han muerto por ella. Otros, esperan mi llegada. Y también hay muchos, por desgracia, que actúan en mi nombre cometiendo actos horribles.

- No entiendo nada - el hombre estaba muy confuso - No es justo. ¿En qué sociedad vivimos?

- ¿Y qué es lo justo para ti? Vivimos en la sociedad que habéis creado.

El hombre bajó la mirada, incapaz de darle una respuesta. Se aflojó el nudo de la corbata. Nunca antes le había molestado, pero ahora le asfixiaba.

- Es intolerable, inhumano. Yo mismo te defenderé. Iremos a Estrasburgo, si es necesario - dijo el hombre indignado.

- Me conformo, simplemente, con que me dejes salir, para que me recuerden y sepan que existo, que no me he olvidado de ellos.

- Está bien… pero dime al menos tu nombre.

- Gerechtigkeit - El hombre la miraba, atónito - Retfærdighed, Spravedlnos… Justicia.



Cristina

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