31 de octubre del 2013
Tranquilos, ni nos hemos vuelto locos en posttigo ni vamos a hacer una sección de corazón. Es solo que tengo una pregunta que no logro responder.No es que me quite el sueño, pero casi.
El otro dĂa, haciendo zapping en la televisiĂłn, me encuentro con BelĂ©n Esteban en primer plano y debajo, el rĂłtulo con el titular:: “MÂŞ JosĂ© Campanario y JesulĂn demandan a BelĂ©n” Yo pensĂ©: “Una de dos: o he viajado al pasado o se trata de un vĂdeo recordando viejos momentos de la supuesta princesa del pueblo. Pero no.
Para mi sorpresa, era noticia. Entonces, sin explicaciĂłn alguna, continĂşo viĂ©ndolo; pues el mando de la tele no aparecĂa por ningĂşn lado y no podĂa cambiar de canal. Seguro que tambiĂ©n os ha pasado, porque nadie lo ve, pero todos sabemos quĂ© se cuece en esos programas, llamados “basura”. Pero como a mĂ no me gusta menospreciar a nadie, prefiero llamarlos: “programillas de dudosa calidad, cuestionable profesionalidad, sin aporte cultural alguno y donde los valores parecen no tener cabida”. Bueno, sĂ… basura quizás sea más apropiado.
Lo que me hace gracia es la ligereza con la que toman el tema. Cuántas veces hemos oĂdo “como sigas asĂ te demando” “ya me han puesto una querella” “que me demande, venga, que me demande! Pero vamos a ver, señores, que estamos hablando de algo serio, no de cromos, para ver quiĂ©n tiene más. Además del impacto a nuestra vista y oĂdos, me resulta irrisorio que se pongan a hablar de leyes, juicios, demandas, querellas e incluso sentencias. Parece que estamos ante magistrados del tribunal supremo que saben de todo y de todos, cuando lo que hacen la mayorĂa de las ocasiones es un mal uso de los tĂ©rminos jurĂdicos. ÂżY quĂ© me decĂs de los menores? Se habla de ellos sin ton ni son. A veces defendiendo a ultranza su no apariciĂłn en los medios y otras, siendo portada de revistas...
Estupefacta, me pregunto cĂłmo esta mujer sigue siendo noticia, cuando sigue hablando de lo mismo desde hace más de diez años. Y encima es la princesa del pueblo, hala, casi nada. ÂżY todo por quĂ©? Por no hacer nada. SĂ, sĂ. Nada. Le pagan por hablar de su vida. Hay algo que falla, no sĂ© quĂ© es, pero algo falla.
En fin, por más vueltas que le doy no lo entiendo. Tal vez, la culpa sea de esos zapping y esos malvados mandos, que se esconden entre los cojines y nos obliga a verlo… O sea, de nosotros.
Cristina ^^